Lee: Salmo 63
"... Así como te he mirado en el santuario". Salmo 63: 2
LOS OJOS EN DIOS
No se preocupe usted por su plata al punto de perder su oro.
Los que van al templo de vez en cuando para cumplir un requisito o para ver a
sus amigos, no han enfocado bien la cosa. Hay que cuidarse que las cosas buenas
no sean obstáculos para las cosas mejores.
El salmista había ido al templo. Dice que “te he mirado en
el santuario”. Vio a Dios. En términos del Nuevo Testamento, no vamos al culto
para ver a nuestros amigos o parientes, sino para “ver” a Jesús.
Se lo ven en las estrofas de himnos y canciones. Se lo puede
ver en la amistad y solidaridad de la familia de Dios.
Estas cosas no son fáciles encontrarlas si es eso lo que
buscamos. Usted seguramente ha descubierto ya que uno encuentra lo que busca.
Por eso, antes de hacerse presente en la sala de Dios, es bueno preguntarse por
qué queremos entrar en su santuario. Feliz de usted si su primordial deseo es
encontrarse con Cristo.
Hay otro salmo que lo expresa bellamente: “Una cosa he
demandado a Jehová, ésta buscaré; que este yo en la casa de Jehová… para contemplar
la hermosura de Jehová” (Salmo 27:4)
No importa cuándo y dónde viva el ser humano, es la actitud
de su corazón la que cuenta delante de la divinidad.
Piensa:
A Jesús se lo ve cuando se predica fielmente la Palabra. Uno se encuentra con Jesús en las oraciones personales.
ORA:
DIOS, AMANTE Y LLENO DE GRACIA, ME ALEGRO QUE TE HAS DADO A
CONOCER TAN CLARAMENTE. ABRE MIS OJOS PARA VER MÁS DE TU HERMOSURA Y ASÍ
SERVIRTE MÁS Y MEJOR. TE LO PIDO EN EL NOMBRE SAGRADO DE MI SEÑOR Y SALVADOR
PERSONAL, JESÚS. AMÉN.
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