sábado, 22 de junio de 2013

LEEMOS SAN JUAN 6:1-15
6:1 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias.
6:2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos.
6:3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos.
6:4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.
6:5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
6:6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
6:7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.
6:8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
6:9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
6:10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.
6:11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
6:12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
6:13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
6:14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
6:15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.


EL GESTO DE UN JOVEN


De todos los gestos realizados por Jesús durante su actividad profética, el más recordado por las primeras comunidades cristianas fue seguramente una comida multitudinaria organizada por él en medio del campo, en las cercanías del lago de Galilea. Es el único episodio recogido en todos los evangelios.
El contenido del relato es de una gran riqueza. Siguiendo su costumbre, el evangelio de Juan no lo llama "milagro" sino "signo". Con ello nos invita a no quedarnos en los hechos que se narran, sino a descubrir desde la fe un sentido más profundo.
Jesús ocupa el lugar central. Nadie le pide que intervenga. Es él mismo quien intuye el hambre de aquella gente y plantea la necesidad de alimentarla. Es conmovedor saber que Jesús no solo alimentaba a la gente con la Buena Noticia de Dios, sino que le preocupaba también el hambre de sus hijos e hijas.
¿Cómo alimentar en medio del campo a una muchedumbre numerosa? Los discípulos no encuentran ninguna solución. Felipe dice que no se puede pensar en comprar pan, pues no tienen dinero. Andrés piensa que se podría compartir lo que haya, pero solo un muchacho tiene cinco panes y un par de peces. ¿Qué es eso para tantos?
Para Jesús es suficiente. Ese joven, sin nombre ni rostro, va hacer posible lo que parece imposible. Su disponibilidad para compartir todo lo que tiene es el camino para alimentar a aquellas gentes. Jesús hará lo demás. Toma en sus manos los panes del joven, da gracias a Dios y comienza a "repartirlos" entre todos.
La escena es fascinante. Una muchedumbre, sentada sobre la hierba verde del campo, compartiendo una comida gratuita, un día de primavera. No es un banquete de ricos. No hay vino ni carne. Es la comida sencilla de la gente que vive junto al lago: pan de cebada y pescado ahumado. Una comida fraterna servida por Jesús a todos gracias al gesto generoso de un joven.
Esta comida compartida era para los primeros cristianos un símbolo atractivo de la comunidad nacida de Jesús para construir una humanidad nueva y fraterna. Les evocaba, al mismo tiempo, la pascua que celebraban el día del Señor para alimentarse del espíritu y la fuerza de Jesús, el Pan vivo venido de Dios.
Pero nunca olvidaron el gesto del joven. Si hay hambre en el mundo, no es por escasez de alimentos sino por falta de solidaridad. Hay pan para todos, falta generosidad para compartir. Hemos dejado la marcha del mundo en manos del poder financiero, nos da miedo compartir lo que tenemos, y la gente se muere de hambre por nuestro egoísmo irracional.



viernes, 21 de junio de 2013

"Ustedes son la sal de este mundo"


"Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea”.
“Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo”. Evangelio de San Mateo 5: 13-17



MEDITACIÓN



Mucho se ha "espiritualizado" el Mensaje del Evangelio, pensando que este tiene desafíos y promesas sólo para el más allá. En este pasaje Jesús nos desafía y comisiona en tiempo presente a la Misión que nos ha confiado: Ser sal, y ser luz; no del cielo, sino de la tierra. Por eso evangelio de hoy nos invita a romper este cerco de la cultura del egoísmo ,del consumo, y de la muerte, a entrar en comunión con los demás. Con Jesús podemos ser luz para otros y sabor que le da sentido a tantas realidades sin sentido de la vida cotidiana. Seamos pues, sal que da sabor  y luz que ilumina con los valores del Reino de Dios, trayendo vida, esperanza  y construyendo un mundo más justo y más humano.
Dios te bendiga  



          

martes, 18 de junio de 2013


Lee: Salmo 37: 5-8

"Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él..." (Salmo 37:5)

EN MANOS DE DIOS

En Mateo 13:58 leemos que cuando Jesús visitó su pueblo natal "no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos" (Mateo 13:58). Los que se habían criado junto con él lo consideraban como uno más de ellos y su falta de fe hizo imposible que sintiesen su poder.

La falta de fe obliga al hombre a querer controlar su propia vida. La incredulidad detiene la mano del Dios que quiere bendecir. No es que Dios no pueda, sino que no quiere, Dios lo dejará libre para que, efectivamente, controle su vida hasta que usted esté dispuesto a confesar que su control es un fracaso y confusión y equívoco. Es entonces que usted verá el poder de Dios en su vida.recién entonces.

Dios puede hacer maravillas increíbles con las vidas más viles cuando, por fin, desaparece el orgullo personal. Lleve ante Dios sus pérdidas y fracasos. Él tiene en sus manos bendiciones tan grandes que usted ni las puede soñar. Dios quiere que usted abandone su vergüenza y su orgullo, que deje atrás su altivez de espíritu y su complejo de inferioridad, su fatiga y sus temores, Dios quiere que lo deje todo a sus pies.

No le tenga miedo a lo que hará Dios cuando usted deje las cosas en sus manos. Puede estar seguro que se verá gratamente sorprendido.

Piensa:

Nadie jamás se ha arrepentido de haber confiado en Dios.

ORA:

AMADO DIOS, TÚ ERES TANTO MÁS SABIO QUE YO Y TAN LLENO DE AMOR Y DE GRACIA. GRACIAS POR LA INVITACIÓN DE PONERLO TODO EN TUS SANTAS MANOS. SEA HECHA TU VOLUNTAD. EN EL NOMBRE SANTO DE MI SEÑOR JESÚS TE LO PIDO. AMÉN.

domingo, 16 de junio de 2013


Lee: Salmo 37:1-4

"No te impacientes a causa de los malignos". (Salmo 37:1)

NO SE IMPACIENTE POR LOS MALIGNOS

Más de una vez la Biblia habla de la paz que tienen y deben tener los que confían plenamente en su Salvador. En Colosenses 3: 15 leemos "La paz de Dios gobierne en vuestros corazones":

¿Por qué entonces impacientarnos con los malignos? Se nos sube la presión arterial, molestamos a nuestros seres más queridos y nos perdemos el gozo de vivir. Y todo esto no afecta para nada al que hizo el mal. El tipo de gente que causa estos daños no se deja impresionar tan fácilmente por nuestra impaciencia. Como lo dice el Salmo 37:8 "Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo."
 La ira y el enojo llevan al mal. Existe el peligro de hacerle mal al que inició el círculo vicioso.

Hay formas más efectivas de tratar al que hace mal. Usted puede vencerlo con el bien (Romanos 12:21  "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal." ; se puede volver la otra mejilla (Mateo 5:39 "Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; Usted puede orar por los que le hacen mal (Mateo 5:44 " Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Uno puede dejarlo todo en manos de Dios, ya que la venganza es de Él (Romanos 12:19 " No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Usted puede ser como Jesús quien, cuando lo maldecían, no respondía con maldición (1 Pedro 2:23 " quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;  Uno puede mantener su calma y dignidad sin necesidad de rebajarse a niveles del mal.

Usted puede hacer todas estas cosas y la paz de Dios reinará en su corazón. No se impaciente a causa de los malignos. No vale la pena y usted corre riesgos innecesarios.

Piensa:

Hoy tememos a muchas cosas. Pero la presencia de Dios nos anima a desterrar el temor.


ORA:

SEÑOR JESÚS, DAME TU ESPÍRITU DE PACIENCIA Y DE PERDÓN HACIA QUIENES ME OFENDEN DE ALGUNA FORMA. DEJO ESTAS COSAS EN TUS SANTAS MANOS PORQUE TÚ TODO LO SABES Y ERES JUSTO. EN TU SANTO NOMBRE LO PIDO. AMÉN.