viernes, 14 de junio de 2013



Lee: Salmo 34

"Los que miraron a él fueron alumbrados" (Hechos 1:8)

ROSTROS DE LUZ


Un discípulo triste es mala propaganda para Cristo. Jesús nos ha dicho de amor de Dios el Padre y de nuestra obediencia para que nuestro gozo esté presente y para que nuestro gozo sea "cumplido": No cabe duda que esto nos prohíbe andar por el mundo con cara larga o triste.

Un rostro radiante es diferente a uno que refleja. Un espejo refleja: la luz brilla en el espejo y este la refleja. Una llama es radiante; el calor y la luz están en la llama y despiden calor y luz. Así es con el discípulo de Cristo. Sus actos son más que un reflejo de Cristo; irradian y despiden energía desde adentro.

Cuídense que el mundo no vea mucho de usted. Su propio ser jamás causará impresión en el mundo. Dios quiere que demuestre que Cristo habita en su interior: no ya el yo, sino Cristo.

Hay quienes dicen "¿Ah, si el espíritu de Beethoven viviese en nosotros, qué músicos seríamos! ¿Si el espíritu de Einstein estuviese en nosotros, qué matemáticos seríamos! ¿Si el espíritu de Da Vinci estuviese en nosotros, qué inventores seríamos!". Bueno, el hecho es que Cristo vive en nosotros: ¿qué gente santa deberíamos ser! "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos". (Mateo 5: 16)

Piensa:

En el Salmo 34:5 ( Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.) se nos amonesta a tener rostros que no avergüenzan, rostros radiantes. 


ORA:


AMADO SEÑOR, DANOS LO NECESARIO PARA EMITIR LOS RAYOS QUE DEMUESTRAN A CRISTO. AYÚDANOS A VER TU ROSTRO Y LUEGO TENER UN ROSTRO SEMEJANTE AL TUYO. EN EL NOMBRE DEL QUE ES LA LUZ DEL MUNDO, NUESTRO SEÑOR JESÚS. AMÉN

jueves, 13 de junio de 2013

Lee: Salmo 32

“Mi pecado te declararé y no encubrí mi iniquidad”. Salmo 32:5


ARREPENTIMIENTO

Cuando el Señor nos enseñó a orar su oración modelo (Mateo  6:9-13), nos dijo que orásemos por el perdón de nuestros pecados; eso es lo que significa pedir “perdónanos nuestras deudas”. Cuando más avanzados en santificación, más nos damos cuenta que tenía mucha razón. Con frecuencia creemos que somos más santos cuando nuestros pecados son menos; la realidad es que somos más santos únicamente cuando nuestro arrepentimiento es más hondo y sentido. Sólo los piadosos pueden arrepentirse. Cualquiera puede sentir remordimiento pero eso no es arrepentimiento. La diferencia entre el remordimiento y el arrepentimiento queda ilustrada en el caso de dos hombres muy tristes que estaban en una prisión por robos cometidos. Uno decía:”Insensato que soy. Dejé mis impresiones digitales en el robo. Si algún día salgo de aquí, jamás cometeré ese error nuevamente!”. El otro decía: “Insensato que soy, cometí un robo. Si algún día salgo de aquí, jamás cometeré otro robo!”. El primero sentía remordimiento; el otro estaba arrepentido. El arrepentimiento incluye la confesión. No es fácil admitir que uno ha pecado. Hay dos enemigos muy fuertes que se oponen: el orgullo y la dureza de corazón. Si estos enemigos toman control, no será posible arrepentirnos de nuestro pecado.

 Piensa:

Cuando pedimos perdón a la divinidad, no nos humillamos ante otros seres humanos, sino ante el Creador.

 ORA:


SEÑOR Y DIOS, TANTAS VECES HEMOS PECADO CONTRA TI.TE CONFESAMOS NUESTROS PECADOS Y TE PEDIMOS EL PERDÓN. LO HACEMOS EN EL NOMBRE DE . DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL, JESUCRISTO. AMÉN.



Lee: Salmo 27: 1-7

“Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida”. Salmo 27:4


TODO ES RELIGIÓN

La adoración de Dios es algo constante. De todos los días. No se trata tan sólo de estar en una iglesia. Este es un error muy popular y corriente. No se trata de un día o de un lugar o de vestir ciertas ropas un día.

Para quien es discípulo, el todo de la vida es devocional. Si uno no adora a Dios en su trabajo diario, mal ha de hacerlo en la iglesia. Lo que no se hace con alegría durante la semana, mal se hará un día sábado o domingo. La adoración de Dios no es algo de ocasión; es un estilo de vida; es algo que se hace a diario; algo así como respirar.

 “Estar en la casa de Jehová” no significa vivir en una iglesia o asistir a un culto todos los días. Tal vez usted considera que no es posible vivir en adoración constante de Dios. Cierto es que no puede usted hacerlo según sus propias fuerzas y deseos. Sólo puede hacerse con la ayuda de Cristo que en todo fortalece a los suyos. Dios ha designado un día de los siete en la semana para que el hombre le adore y le alabe y le dé gracias. Es el día especial para esas cosas. Pero los otros seis son también de Dios. Quiere que le adoremos en el empleo o en las tareas de la casa o en los estudios. Donde quiera que estemos.
 Piensa:

Vivir en la casa de Dios quiere decir que uno vive consciente de su presencia en todo momento.

 ORA:


GRACIAS SEÑOR, QUE NOS PERMITES ADORARTE EN TODAS LAS COSAS QUE HACEMOS. CONSAGRA NUESTRAS VIDAS PARA QUE SEAN GENUINA ADORACIÓN DE TU GRANDE Y GLORIOSO NOMBRE. LO PEDIMOS POR MEDIO DE NUESTRO SALVADOR PERSONAL, JESUCRISTO. AMÉN.

miércoles, 12 de junio de 2013



lee: Salmo 27: 7-14


"Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá: (Salmo 27: 10)


A SOLAS CON DIOS


Poco hay en este mundo más triste que la soledad. Cuando en la cárcel, lo peor es una celda solitaria. Cuando alguien quiere sufrir el más severo castigo o atravesar los más difíciles momentos se vuelve anacoreta El dolor más agudo en la viudez no es tanto la incertidumbre del futuro como la ausencia de esposo amado. Quizá la soledad peor de todas es ser abandonado por los padres.

Cuando usted se sienta solo, acuérdese del Salmo 27. La promesa de Dios es que Él lo aceptará aun en el caso extremo de que sus padres lo abandonen. Su Salvador sabe lo que es ser despreciado y desechado (Isaías 53). Cuando usted se sienta abandonado por todo el mundo, puede oír el susurro de Dios que dice: "No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13:5)

Justamente a causa de que Dios está dispuesta a estar con nosotros en momentos de soledad, esos momentos pueden ser de gran valor en nuestro desarrollo espiritual. Los que aprenden a beneficiarse de la presencia de Dios al estar solos, saben que esa relación con Dios es de gran valor.

Piense en Juan el Bautista; fue enviado por Dios al desierto pero al volver de allí es designado como el más grande de entre los nacidos e mujer. Es maravilloso lo que Cristo puede hacer con su alma cuando está a solas con Él.


Piensa: 


La soledad pasajera es soportable. La compañía de Dios y los seres humanos sea con nosotros.


ORA:

SEÑOR JESÚS, SALVADOR NUESTRO, HOMBRE DE DOLORES, GRACIAS POR TU PRESENCIA EN NUESTRA VIDA; ESPECIALMENTE EN LOS MOMENTOS DE SOLEDAD Y DOLOR. DANOS EL CONSUELO DE TU PRESENCIA TAMBIÉN EN ESTE DÍA, PORQUE LO PROMETISTE "ESTARÉ CON USTEDES TODOS LOS DÍAS HASTA EL FIN DEL MUNDO" (MATEO 28:20). AMÉN

martes, 11 de junio de 2013

LUCAS 15:4



Lee: Salmo  25: 1-15

"Por amor de tu nombre... perdonarás también mi pecado que es grande" Salmo 25:11


MI PECADO


El pecado es cosa tan seria que en los días de Noé, Dios hasta se arrepintió de haber hecho al hombre porque su corazón estaba lleno de mal. Jeremías dice que "engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso, ¿Quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9). Jesús mismo agregó que del corazón salen todos los males. Nosotros, sin embargo, preferimos decir que no somos tan malos como eso.

Pero ¿no es la Biblia fuente de autoridad? Según la Palabra de Dios el pecado es cosa seria. La Biblia deja ver que fue el pecado que impuso maldición sobre la naturaleza, que nos separó de Dios y que llevó a Cristo a la cruz. Estas cosas no son sin importancia.

El salmo 25 es una voz suplicante que pide perdón por un gran pecado. El pecado es grande no sólo por lo que es sino también porque se comente contra un Dios santísimo y purísimo.
Las leyes que violamos son divinas; son el código eterno que Dios mismo nos ha dado. La Persona contra quien pecamos es el magnífico Creador, el Salvador, el Consolador.

Hay que aprender a confesar nuestro pecado con la más profunda humildad. Ocurre a veces que nos acostumbramos tanto al perdón de Dios que ni siquiera sentimos la necesidad de arrepentirnos. Dios perdonará, pero también anhela que nosotros confesemos y nos arrepintamos.

Piensa:

El reconocimiento del pecado nos iguala a todos los seres humanos. El perdón divino nos enaltece.


ORA:
AMADO SEÑOR, HE PECADO SERIAMENTE CONTRA TI EN PENSAMIENTO, PALABRA Y OBRA. PERDÓNAME, SEÑOR. TE LO PIDO HUMILDEMENTE EN EL NOMBRE DE MI AMADO SEÑOR JESÚS. AMÉN. 

lunes, 10 de junio de 2013



Lee: Salmo 19

"La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma". (Salmo 19:7)

EL SENDERO PERFECTO


Es imposible estimar cuánta angustia se ahorran quienes obedecen la ley de Dios. Dios nos ama y quiere evitarnos las consecuencias miserables del pecado. Es por eso que nos llama a una vida superior al exigir obediencia a sus leyes.

Vuélvase de los dioses falsos de Mamón, observe los deseos de Dios, respete su día de descanso, honre a sus padres, aprecie el don de la vida, viva la vida moral, no robe lo ajeno, defienda la verdad, no se deje vencer por la codicia y su vida será un jardín de flores. Es el plan más seguro de la vida feliz. Si usted no obedece esas leyes de Dios, sus problemas y angustias se multiplicarán.

Cuanto uno más anda en el sendero de Dios, más se da cuenta que ese es el sendero perfecto.

La obediencia a Dios también convierte el alma, esa alma que está allí bien adentro y que tantas veces se siente molesta o ansiosa. Uno es atacado sin descanso por el pecado y el alma es sacudida. No trate de oponerse a esos ataques con sus propias fuerzas y energías. Es cuando uno abandona la Palabra de Dios que se pierden los poderes espirituales que pueden protegernos.

Lo que usted necesita es la dirección, la inspiración y la paz del alama que proviene de vivir según los preceptos de la Palabra. 

Piensa:

No se puede hallar felicidad en buscarla. Ha sido siempre el resultado de la obediencia.


ORA:

OH SEÑOR, HAZNOS OBEDIENTES A TU PALABRA Y CONCÉDENOS LA PAZ DE ANDAR EN ESE SENDERO. GUARDA NUESTRAS ALMAS Y ALIMÉNTANOS CON TU PALABRA CADA DÍA. EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR JESÚS. AMÉN.


domingo, 9 de junio de 2013


Lee: Salmo 16

... y no lo ha! A Jehová, he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, o seré conmovido."

¿Dónde poner a Dios?


¿Dónde está Dios en su vida= David lo tenía siempre a su lado y por eso no era conmovido.

El secreto es la palabra siempre. No se puede ocupar la mente un momento con la piedad y otro momento con lo mundano, como una luz intermitente.

Cuando apareció un cometa hace unos años, un observador de estas cosas quiso buscarlo en el cielo pero estaba en un lugar donde habían otras luces que distraían y no dejaban ver el cometa. Fue recién cuando el hombre se fue a un desierto que pudo ver el cometa sin mayores dificultades. No se pueden ver aquellas luces en las alturas cuando uno está rodeado de luces aquí abajo.

Del mismo modo, resulta imposible enfocar a Dios y vivir en su presencia si estamos rodeados y ocupados con las distracciones de este mundo. Nos se puede ser creyente firme y truinfador a menos que tengamos al Señor siempre delante de nosotros. Este contacto constante se desprende de la lectura de su Palabra y de una vida de oración.

En el Nuevo Testamento se hace referencia a este Salmo 16 cuando se afirma que Cristo jamás se separó de los deseos de su Padre (Hechos 2:25). Sigamos el ejemplo de nuestro Señor, en vez de correr tras las novedades y lucecitas que nos rodean. Pongamos nuestra mirada en Dios.

Piensa:

Las estrellas del cielo son una obra maravillosa. Y Dios que las creó es el Arquitecto.

ORA:  
Permite, Señor que te tengamos siempre presente en nuestra experiencia. No dejes que las luces de este mundo nos distraigan y nos separen de Ti. Confirma nuestra comunión contigo por amor a Jesús. Amén.