sábado, 13 de julio de 2013

DIOS SABE

Leemos: Salmo 44: 20-26


"Porque él conoce los secretos del corazón" (Salmo 44:21)


Si es cierto que Dios conoce lo íntimo de nuestro corazón, bueno sería que también lo conozcamos nosotros. Hagamos un examen de nuestro corazón. Es posible descubrir odios que ni sabíamos existían; o puede ser ira o lascivia u orgullo o envidia. No olvidemos que probablemente Dios descubre estas cosas con más rapidez que nosotros mismos. ¿Qué pensará Dios si descubre que lo que creemos de nosotros mismos no es más que una máscara?
También hay en esto un gran consuelo, si el corazón puede albergar tanto mal, también puede contener mucho de bueno... y Dios ve eso también. Las motivaciones más puras son mal interpretadas a veces por nuestros semejantes, nuestros mejores pensamientos son torcidos por el prójimo y nuestras más nobles acciones caen bajo sospechas. Pero no es así con Dios. Él sabe.
Abramos nuestros corazones a Dios. Lo malo que allí hay Dios lo perdonará si se lo confesamos nuestros pecados. Y lo bueno que allí hay, Él lo aprecia y bendice. 

El saber que Dios conoce nuestro corazón es algo desconcertante. Hasta los secretos que ni siquiera nuestra familia o nuestros íntimos saben, Dios sí los sabe. Jesús mismo dijo que nuestro Padre "ve en lo secreto". El Salmo 94 pregunta "el que formó el ojo ¿no verá?... ¿no sabrá el que enseña al hombre la ciencia?".


Piensa:


Conocernos a nosotros mismos es sabio. Y lo es más cuando aprendemos que Dios también conoce.

ORA:


SEÑOR MIO, LE TENGO MIEDO A LA HIPOCRESÍA Y AL ENGAÑO. ABRE MI CORAZÓN Y EXAMINALO, LIMPIAME Y BENDICE LO BUENO QUE ALLÍ HAYAS PUESTO. TE LO PIDO EN EL SANTO Y BENDITO NOMBRE DE MI SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL, JESÚS. AMÉN.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario