martes, 18 de junio de 2013

Lee: Salmo 37: 5-8

"Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él..." (Salmo 37:5)

EN MANOS DE DIOS

En Mateo 13:58 leemos que cuando Jesús visitó su pueblo natal "no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos" (Mateo 13:58). Los que se habían criado junto con él lo consideraban como uno más de ellos y su falta de fe hizo imposible que sintiesen su poder.

La falta de fe obliga al hombre a querer controlar su propia vida. La incredulidad detiene la mano del Dios que quiere bendecir. No es que Dios no pueda, sino que no quiere, Dios lo dejará libre para que, efectivamente, controle su vida hasta que usted esté dispuesto a confesar que su control es un fracaso y confusión y equívoco. Es entonces que usted verá el poder de Dios en su vida.recién entonces.

Dios puede hacer maravillas increíbles con las vidas más viles cuando, por fin, desaparece el orgullo personal. Lleve ante Dios sus pérdidas y fracasos. Él tiene en sus manos bendiciones tan grandes que usted ni las puede soñar. Dios quiere que usted abandone su vergüenza y su orgullo, que deje atrás su altivez de espíritu y su complejo de inferioridad, su fatiga y sus temores, Dios quiere que lo deje todo a sus pies.

No le tenga miedo a lo que hará Dios cuando usted deje las cosas en sus manos. Puede estar seguro que se verá gratamente sorprendido.

Piensa:

Nadie jamás se ha arrepentido de haber confiado en Dios.

ORA:

AMADO DIOS, TÚ ERES TANTO MÁS SABIO QUE YO Y TAN LLENO DE AMOR Y DE GRACIA. GRACIAS POR LA INVITACIÓN DE PONERLO TODO EN TUS SANTAS MANOS. SEA HECHA TU VOLUNTAD. EN EL NOMBRE SANTO DE MI SEÑOR JESÚS TE LO PIDO. AMÉN.

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