Lee: Salmo 32
“Mi pecado te declararé
y no encubrí mi iniquidad”. Salmo 32:5
ARREPENTIMIENTO
Cuando el Señor nos
enseñó a orar su oración modelo (Mateo
6:9-13), nos dijo que orásemos por el perdón de nuestros pecados; eso es
lo que significa pedir “perdónanos nuestras deudas”. Cuando más avanzados en
santificación, más nos damos cuenta que tenía mucha razón. Con frecuencia
creemos que somos más santos cuando nuestros pecados son menos; la realidad es
que somos más santos únicamente cuando nuestro arrepentimiento es más hondo y
sentido. Sólo los piadosos
pueden arrepentirse. Cualquiera puede sentir remordimiento pero eso no es
arrepentimiento. La diferencia entre el remordimiento y el arrepentimiento
queda ilustrada en el caso de dos hombres muy tristes que estaban en una
prisión por robos cometidos. Uno decía:”Insensato que soy. Dejé mis impresiones
digitales en el robo. Si algún día salgo de aquí, jamás cometeré ese error
nuevamente!”. El otro decía: “Insensato que soy, cometí un robo. Si algún día
salgo de aquí, jamás cometeré otro robo!”. El primero sentía remordimiento; el otro
estaba arrepentido. El arrepentimiento
incluye la confesión. No es fácil admitir que uno ha pecado. Hay dos enemigos
muy fuertes que se oponen: el orgullo y la dureza de corazón. Si estos enemigos
toman control, no será posible arrepentirnos de nuestro pecado.
Piensa:
Cuando pedimos perdón a
la divinidad, no nos humillamos ante otros seres humanos, sino ante el Creador.
ORA:
SEÑOR Y DIOS, TANTAS
VECES HEMOS PECADO CONTRA TI.TE CONFESAMOS NUESTROS PECADOS Y TE PEDIMOS EL
PERDÓN. LO HACEMOS EN EL NOMBRE DE . DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL,
JESUCRISTO. AMÉN.
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