miércoles, 12 de junio de 2013

lee: Salmo 27: 7-14


"Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá: (Salmo 27: 10)


A SOLAS CON DIOS


Poco hay en este mundo más triste que la soledad. Cuando en la cárcel, lo peor es una celda solitaria. Cuando alguien quiere sufrir el más severo castigo o atravesar los más difíciles momentos se vuelve anacoreta El dolor más agudo en la viudez no es tanto la incertidumbre del futuro como la ausencia de esposo amado. Quizá la soledad peor de todas es ser abandonado por los padres.

Cuando usted se sienta solo, acuérdese del Salmo 27. La promesa de Dios es que Él lo aceptará aun en el caso extremo de que sus padres lo abandonen. Su Salvador sabe lo que es ser despreciado y desechado (Isaías 53). Cuando usted se sienta abandonado por todo el mundo, puede oír el susurro de Dios que dice: "No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13:5)

Justamente a causa de que Dios está dispuesta a estar con nosotros en momentos de soledad, esos momentos pueden ser de gran valor en nuestro desarrollo espiritual. Los que aprenden a beneficiarse de la presencia de Dios al estar solos, saben que esa relación con Dios es de gran valor.

Piense en Juan el Bautista; fue enviado por Dios al desierto pero al volver de allí es designado como el más grande de entre los nacidos e mujer. Es maravilloso lo que Cristo puede hacer con su alma cuando está a solas con Él.


Piensa: 


La soledad pasajera es soportable. La compañía de Dios y los seres humanos sea con nosotros.


ORA:

SEÑOR JESÚS, SALVADOR NUESTRO, HOMBRE DE DOLORES, GRACIAS POR TU PRESENCIA EN NUESTRA VIDA; ESPECIALMENTE EN LOS MOMENTOS DE SOLEDAD Y DOLOR. DANOS EL CONSUELO DE TU PRESENCIA TAMBIÉN EN ESTE DÍA, PORQUE LO PROMETISTE "ESTARÉ CON USTEDES TODOS LOS DÍAS HASTA EL FIN DEL MUNDO" (MATEO 28:20). AMÉN

No hay comentarios.:

Publicar un comentario