martes, 11 de junio de 2013

Lee: Salmo  25: 1-15

"Por amor de tu nombre... perdonarás también mi pecado que es grande" Salmo 25:11


MI PECADO


El pecado es cosa tan seria que en los días de Noé, Dios hasta se arrepintió de haber hecho al hombre porque su corazón estaba lleno de mal. Jeremías dice que "engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso, ¿Quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9). Jesús mismo agregó que del corazón salen todos los males. Nosotros, sin embargo, preferimos decir que no somos tan malos como eso.

Pero ¿no es la Biblia fuente de autoridad? Según la Palabra de Dios el pecado es cosa seria. La Biblia deja ver que fue el pecado que impuso maldición sobre la naturaleza, que nos separó de Dios y que llevó a Cristo a la cruz. Estas cosas no son sin importancia.

El salmo 25 es una voz suplicante que pide perdón por un gran pecado. El pecado es grande no sólo por lo que es sino también porque se comente contra un Dios santísimo y purísimo.
Las leyes que violamos son divinas; son el código eterno que Dios mismo nos ha dado. La Persona contra quien pecamos es el magnífico Creador, el Salvador, el Consolador.

Hay que aprender a confesar nuestro pecado con la más profunda humildad. Ocurre a veces que nos acostumbramos tanto al perdón de Dios que ni siquiera sentimos la necesidad de arrepentirnos. Dios perdonará, pero también anhela que nosotros confesemos y nos arrepintamos.

Piensa:

El reconocimiento del pecado nos iguala a todos los seres humanos. El perdón divino nos enaltece.


ORA:
AMADO SEÑOR, HE PECADO SERIAMENTE CONTRA TI EN PENSAMIENTO, PALABRA Y OBRA. PERDÓNAME, SEÑOR. TE LO PIDO HUMILDEMENTE EN EL NOMBRE DE MI AMADO SEÑOR JESÚS. AMÉN. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario