sábado, 8 de junio de 2013

Lee Salmo 15

"Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?" (Salmo 15:1)

El habitar en el tabernáculo o casa de Dios no es solamente asistir a una iglesia en día sábado o domingo. El ser huésped de Dios no es visitarlo de vez en cuando sino más bien, mudarse para vivir con Él todos los días en su "tabernáculo", es decir, su presencia. Es un estilo de vida que manifiesta la presencia de Dios. Es algo tan natural y genuino que no hay necesidad de anotar en algún papelito que es hora de hacerle otra visita a Dios.


Pero Dios es santo y así es que David, en este salmo, se pregunta quién podría ser digno de vivir en la presencia de Dios. Aquellos que son de buen carácter, dice Dios, son bienvenidos en su residencia personal. Son personas de integridad y que hacen justicia; hablan verdad y no calumnian con su lengua; honran a los que temen a Jehová y no se aferran a su dinero; son fieles a sus promesas aunque les cueste caro y no admiten testimonio falso contra el inocente. Tales son los huéspedes de Dios.

 Esto no quiere decir que son huéspedes porque han sido tan buenos y decentes. únicamente la fe en Cristo y su obra redentora abren las puertas a la comunión con Dios. Nuestro carácter le interesa sumamente a Dios, máxime después de entrar por esas puertas.

Si se nos conoce como gente que vive en la presencia de Dios, el mundo tiene que verlo en nuestra conducta cotidiana.

Piensa:
El mundo observa todos nuestros movimientos. Más importante aún es que Dios también nos observa

ORA: SEÑOR DIOS, NO SOMOS DIGNOS DE VIVIR EN TU SANTA PRESENCIA PERO ACÉPTANOS EN EL NOMBRE DE CRISTO. AYÚDANOS A VIVIR VIDAS QUE TE AGRADEN. POR CRISTO JESÚS. AMÉN.

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