lunes, 30 de septiembre de 2013

DIOS SUPLE

Lee: SALMO 121

"Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra." (SALMOS 121:2)


Las demandas de la fe cristiana son tales que resultan en tormento de quienes quieren vivir según esas normas. Exige más de lo que podemos cumplir.
Cuando el pueblo de Israel estaba en la esclavitud de Egipto, uno de los tormentos mayores era que las autoridades demandaban más producción pero sin proveerles de materia prima. Esto resultó en frustración y hasta desesperación. Dios no obra de ese modo. Dios sostiene a su pueblo y jamás demanda lo que primero no ha provisto.


No hay ideales más elevados que los de Jesucristo. Cuando nos esforzamos en ser iguales a Él y vemos nuestro fracaso, debemos tener presentes las palabras del Salmo 121: "MI SOCORRO VIENE DE JEHOVÁ, QUE HIZO LOS CIELOS Y LA TIERRA". En Mateo 5:48 se nos dice "SED, PUES, VOSOTROS PERFECTOS, COMO VUESTRO PADRE QUE ESTÁ EN LOS CIELOS ES PERFECTO". Nadie puede aproximarse a esa demanda pero tampoco puede Dios exigir menos que eso. Sus exigencias nos obligan a buscar el apoyo y ayuda de Dios.

No deje usted de lado los mandamientos de Dios porque los considera imposibles. Vaya más bien al Cristo y pídale auxilio para obedecer esos deseos divinos. La ayuda vendrá a través de lecturas bíblicas, la oración y a veces en las circunstancias en que la divinidad habla para mostrar su presencia entre nosotros.


PIENSA:

EL PODER DE DIOS ES SIN LIÍMITES Y TODO ESE PODER ESTÁ A SU DISPOSICIÓN EN CRISTO.

ORA:

SEÑOR Y DIOS QUIERO APOYARME EN TUS BRAZOS PATERNALES PARA LA LUCHA DEL DIARIO TRAJINAR. DAME ÁNIMO PARA NO DESMAYAR Y DAME FORTALEZA EN MIS DEBILIDADES. PERDONA MIS PECADOS. EN EL NOMBRE SANTO DE MI SEÑOR JESÚS. AMÉN

sábado, 14 de septiembre de 2013

TERRATENIENTES

Lee: Salmo 115: 12-18

"(Jehová) ha dado la tierra a los hijos de los hombres". Salmos 115:16


Dios nos ha dado las montañas y los ríos y los mares y los cielos para disfrutarlos y desarrollarlos para Él. La vida en este mundo involucra una mayordomía. Un mayordomo es alguien que se encarga de las propiedades de su señor. Dios nos ha dado mucho que disfrutar en esta vida pero lo hemos recibido de Él a manera de préstamo. Al crear al hombre, Dios puso a Adán en el bello paraíso para cuidarlo; el hombre es mayordomo; no es dueño.
Como mayordomos debemos cuidarnos de dos serios errores. En primer lugar, tenemos que cuidarnos de no echar a perder lo que se nos ha encargado para conservarlo. La protección del ambiente es una sagrada tarea. Si envenenamos y desperdiciamos los recursos naturales, pecamos contra el Creador y legamos daños irreparables a nuestros hijos. Dios nos ha dado la tierra para desarrollarla pero no para arruinarla. Si arruinamos la tierra, pecamos contra Dios y contra el hombre.
También debemos evitar que la creación nos domine. Dios no nos ha entregado al planeta sino el planeta al hombre. Todo está bien mientras la gente tiene sus posesiones; la desgracia es que a veces las posesiones controlan al hombre. Tome como ejemplo su casa. Si esa propiedad se vuelve lo más importante en su vida, se convierte en un ídolo y lo dominará a usted en vez de usted a ella.


Piensa:


No tenga vergüenza de sus posesiones. Que el préstamo de Dios no sea más importante que el prestador.


ORA:


GRACIAS, SEÑOR, POR ESTE ESTUPENDO PLANETA. ME GOZO DE SUS BELLEZAS NATURALES. GUÍAME PARA QUE NO MALGASTE SUS RECURSOS SINO QUE LAS USE PARA TU HONRA Y GLORIA. EN EL NOMBRE DE CRISTO. AMÉN.




lunes, 12 de agosto de 2013

ELIJAMOS BIEN

Lee: salmo 84


"Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos" (Salmo 84:10)


Trabajando en el jardín, Joseito y su papá juntaban las hojas del otoño. Las ponían en bolsas para luego disponer de ellas. Joseito preguntaba cada dos por tres: "Papá ¿tendremos ya un millón de hojas? ¡Mira cuántas hojas estamos juntando!".
Contestó el padre: "Bueno, Joseito, yo creo que hemos juntado ya más de un millón". Luego, para poner a prueba a su hijo, sacó una moneda de su bolsillo y le dijo: "¿Cuál te gustaría más, esta moneda o el millón de hojas?"
Probablemente Joseito eligió la moneda porque hasta los niños saben que un millón de hojas vale muy poco. Pero supóngase usted ahora que alguien le pregunte: "¿Qué prefiere usted, un millón en monedas de oro puro o ese momento especial en que recibió nueva vida por la fe en Cristo y se convirtió en creyente?".
¿Será cierto que un día con Dios es mejor que mil días en alguna otra parte? Para contestar hay que acordarse siempre de lo que dijo el Maestro: "¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" (Mateo 16:26).
Cuídese de cómo selecciona. El eterno destino de su alma está en juego. Un solo día con Cristo es un pedazo de cielo. Conserve su orden de prioridades en términos eternos. Huya de todo lo que lo separe del Cristo.


Piensa:
LAS COSAS QUE TIENEN VALOR NO LO SON POR SÍ MISMAS. SOMOS NOSOTROS LOS QUE LE DAMOS EL VALOR.



ORA:

SEÑOR JESÚS, GRACIAS POR LA OPORTUNIDAD DE CONOCERTE Y GRACIAS POR SER MI SALVADOR. GUÍAME EN MIS CAMINOS Y AUMENTA MI FE. DAME SABIDURÍA PARA SABER SELECCIONAR LO QUE ES DE VALOR ETERNO. EN TU SANTO NOMBRE TE LO PIDO. AMÉN.



lunes, 5 de agosto de 2013

José de Arimatea

Lee Salmo 101


"En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa" (Salmo 101:2)


Hay gente que causa muy buena impresión en público, por ejemplo, y todo el mundo la admira fuera del hogar. Dentro del círculo familiar, sin embargo, son egoístas y desconsiderados; se aprovechan de los demás y hasta son destructivos.
La integridad en el hogar se demuestra en la honestidad, en la fidelidad y en la justicia. No son pretensiones sino integridad de corazón lo que e requiere para mantener esa integridad dentro del hogar y la sociedad. Si falta esa integridad en su vida, lea el Salmo 101:2. Lo animará a cambiar su conducta en el hogar y al mismo tiempo lo ayudará en sus relaciones con los demás.
Los padres de Estelita mandaban siempre a su hija a la iglesia pero ellos nunca iban. Estelita admiraba los cuadros maravillosos que veía en la iglesia y cierto día les preguntó a sus padres qué significaban. "Bueno", dijeron los padres, "esos son cuadros de santos". "Papito" contestó ella, "¿podríamos tener algún santo en nuestra casa?". El Espíritu de Dios utilizó aquella ingenua pregunta para hacerle ver al padre cómo había perdido la integridad de su corazón en el hogar. Tomó a Estelita en sus brazos, la levantó en alto y susurró a su oído: "Cierto, cierto, hijita; pronto vamos a tener santos también en nuestra casa. Nosotros vamos a ser los santos".


Piensa:

Invitar a Dios a morar en el hogar es posible cuando Él es visible en los que moran en esa casa.


ORA:
SEÑOR JESÚS, SÉ TÚ LA CABEZA DE MI HOGAR Y EL DUEÑO DE TODO LO QUE TENGO. HAZ QUE ESTE HOGAR MÍO, SEA UN JARDÍN DE TU GRACIA DONDE NOSOTROS SEAMOS LAS FLORES. EN TU SANTO NOMBRE. AMÉN.



lunes, 29 de julio de 2013

MÁS ALLÁ

Lee: Salmo 73:21-28

"¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? (Salmo 73:25)


Usted es mucho más que ese cuerpo suyo y su vida mucho más que esa experiencia que está viviendo. La gente más equivocada en este mundo es la que se mira a sí misma y ve sólo piel o mira a la vida y ve sólo cosas.
Todos necesitamos una visión especial que ha sido creada por el Espíritu de Dios. Es el Espíritu quien nos muestra la realidad de las cosas por medio de sus revelaciones en la Biblia. Al leer la Biblia, Dios nos da ojos que nos permiten verlo a Él y ver la vida a la luz del Salvador.
Dice el salmista que mientras estaba molesto por la prosperidad del impío se mostró ignorante e insensato. Sólo veía las posesiones materiales y únicamente el momento presente. Dice que Dios abrió sus ojos y le dio que viese más allá de todo eso.
En el momento en que Dios le hizo ver la verdad, el salmista vio a Dios como lo más valioso en vez de sus bienes. Empezó a vivir para la eternidad y no para el día de hoy. Se dijo a sí mismo que jamás podría tener envidia de la gente rica después de eso. Cierto es que tienen lo que yo no tengo pero es que yo también tengo algo que ellos no tienen. Yo soy más rico que ellos porque tengo a Dios. Me he dado cuenta que con Dios, yo he sido más bendecido que el otro.


Piensa:

La vida no consiste en las posesiones sino en las relaciones y una relación con Dios es la más importante.


ORA:

QUERIDO PADRE, GUÁRDAME CERCA DE TI EN FE, ESPERANZA Y AMOR. PREPARA MI CORAZÓN PARA AQUEL GRAN DÍA. TE LO SUPLICO EN EL SANTO NOMBRE DE MI SEÑOR JESÚS. AMÉN



domingo, 28 de julio de 2013

¿CÓMO SE HACE UN SANTO?

Lee: Salmo 73:1-20


"Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón". (Salmo 73:13)


Los creyentes en Cristo jamás deben compararse a sí mismos con los incrédulos. Cuanto más se compenetran de las cosas de Dios, más se dan cuenta que todo lo bueno del hombre no se merece nada y que la vida la determina Dios según sus propósitos. Dios obra cuidadosamente con nuestras almas para que expresen mejor la imagen de nuestro Salvador. Puede ser posible que para ello sea necesario no tener grandes riquezas. Los incrédulos pueden ser muy ricos pero Dios no los está haciendo santos.
El poeta que escribió el Salmo 73 no podía entender este misterio. Veía a la gente incrédula y veía sus inmensas riquezas. Después se miró a sí mismo y lo poco que él tenía. Es un caso clásico de auto-conmiseración, no podía ver en esto la mano de Dios.
Jamás se deje convencer por Satanás que la fe cristiana es una fórmula mágica de triunfos y éxitos. Ni uno solo de los profetas, y menos aún Jesús, hicieron jamás tal afirmación. Lo que Dios quiere es hacerlo como Cristo y eso no puede suceder hasta que usted se identifique con sus sufrimientos. Cuando Dios quiere hacernos santos, generalmente no nos cubre con lujos y joyas. Antes bien, nos da de su gracia para aceptar nuestra situación y seguir adelante con la vida.


Piensa:

El deseo de Dios es hacer a sus hijos cada día más semejantes a Jesús.



ORA:


DIOS DE AMOR Y COMPASIÓN, NO DEJES QUE TENGA ENVIDIA DE LOS DEMÁS. TE DOY GRACIAS POR LO QUE HACES EN MI VIDA Y TE RUEGO QUE SEA, CADA DÍA, MÁS Y MÁS CUAL TU HIJO JESUCRISTO. EN SU SANTO NOMBRE TE LO PIDO. AMÉN




jueves, 25 de julio de 2013

DEVOCIÓN

Lee: Salmo 69:1-18


"Porque por amor de ti he sufrido afrenta..." (Salmo 69:7)



Si sigo a Cristo tan sólo por lo que me conviene, no tengo el ingrediente principal del discipulado genuino. Ese ingrediente es la devoción a Dios por lo que él es. No soy yo quien se merece gloria, sino Dios. Es él quien se merece lealtad. Debo estar dispuesto a sufrir afrenta por Él.
No permita que ese elemento de la devoción a Dios se le pierda. Aunque poco hablamos de ello, cada uno necesita tener un gran propósito o causa por la cual luchar, algo que haya sido revelado por Dios mismo.
Pregúntese qué cosa puede ser más importante que buscar el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33). El mundo se combate a sí mismo porque no quiere aceptar ese reino de Dios. A pesar de ello, si toda la gente obedeciese las leyes de Dios, se acabaría el crimen y no habría más guerras ni pobreza ni desesperación. Dar a conocer a Cristo como Rey es el gran propósito de nuestra existencia; esa visión es tan grande que ocupará todo nuestro tiempo y demandará todo nuestro esfuerzo y nos llevará a pedirle a Dios que nos ayude.
¡Qué vocación para esta vida! Y no es por temor del infierno ni por ansias del cielo, sino a causa de nuestra devoción al Gran Rey. Si alguien busca una grandiosa razón de ser, ésta debe ser llevar el nombre de JESUCRISTO A TODO EL MUNDO.


PIENSA:


Jamás seremos gente de impacto si no tenemos alguna razón superior de ser.


ORA:


SOBERANO Y GLORIOSO DIOS, TÚ ERES DIGNO DE SUPREMA ALABANZA Y HONOR Y OBEDIENCIA Y DEVOCIÓN. DAME UNA VISIÓN QUE VAYA MÁS ALLÁ DE MI MIRADA Y LUEGO LA FORTALEZA PARA CUMPLIRLA. TE LO PIDO EN EL SANTO NOMBRE DE MI SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL, JESÚS. AMÉN.



lunes, 22 de julio de 2013

DIOS Y EL ENEMIGO

Lee: Salmo 60

"En Dios haremos proezas" (Salmo 60:12)


El enemigo, Satanás, es muy pero muy inteligente; tenemos que cuidarnos mucho de sus ataques. En 2 Corintios 11:14 se nos advierte que ese enemigo hasta se presenta como un ángel de luz. Es terriblemente fuerte, además. El apóstol Pedro lo describe como un león rugiente que anda alrededor buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8)

Quien no toma en serio a Satanás es como el que cree que lo único que un león quiere hacer es darle un beso en la mano. Es probable que Satanás lo lleve a usted a creer que sus senderos son fáciles y agradable pero no se olvide jamás que Satanás no tiene interés en su felicidad ´personal. Lo que él quiere es su destrucción y si usted se las ve con él por su propia cuenta, la derrota es segura. No deje que Satanás lo encuentre a usted solo, sin la presencia protectora de Jesús.

No son las buenas intenciones las que llevan a la victoria; es más bien la oración y la confianza y la obediencia a Dios. Con Dios, usted puede enfrentarse a cualquier cosa; el dolor, las dificultades, las frustraciones de la vida, las tentaciones y el más peligroso enemigo que es Satanás.

Al tener un encuentro con Satanás, uno de los dos será derrotado. ¿Por qué permitir que sea usted? Jesús ya lo venció (Mateo 4: 1-11
"4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
4:4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
4:5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
4:6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti,
y,
En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra.
4:7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.
4:8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
4:11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían."
 ).
 En Cristo es más que vencedor (Romanos 8:37 "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó."  )


Piensa: 


No es posible evitar al enemigo pero si es posible tener un valiente aliado. "En Dios haremos proezas".



ORA:


DIOS, TÚ ERES MI DEFENSA Y ESCUDO; NO PERMITAS QUE ME ALEJE DE TI NI QUE EL ENEMIGO NOS SEPARE. HAZME VER EL PODER Y EL PELIGRO DEL ENEMIGO. DAME LA VICTORIA EN JESÚS. EN SU SANTÍSIMO NOMBRE TE LO PIDO TODO. AMÉN.




jueves, 18 de julio de 2013

QUIETOS

Lee: Salmo 46


"Estad quietos, y conoced que yo soy Dios." (Salmo 46:10)


¿Por qué será tan difícil para nosotros salirnos del camino y permitir que Dios haga lo que tiene que hacer? Cuando los israelitas se enfrentaron al Mar Rojo, perseguidos por los egipcios, se vieron víctimas del pánico. Dios sencillamente les ordenó "Estad quietos". Fue entonces que procedió a hacer lo menos esperado; dividió las aguas del mar para que pudiesen cruzarlo.
Dios es capaz de llenar su mundo con cosas asombrosas. Un aspecto de la aventura cristiana es estar quietos, dejar de lado las estrategias propias y esperar para ver lo que hará Dios en nuestros dilemas. Dios o invita a usted a poner delante de Él todas sus necesidades; pero esto no es para compartir con Él lo que usted pueda creer conveniente sino más bien para que anticipe y aguarde la satisfacción de ver lo que Él ha de hacer. A Dios le agrada mucho sorprender a los suyos con sus actos poderosos.
Al ver que Dios puede hacer cosas estupendas con su poder y sabiduría, tenemos evidencias de que es verdaderamente Dios. Si seguimos nosotros en control de las cosas, jamás descubriremos a ese Dios.
 Al ponerlo todo en las manos de Dios podemos ver la diferencia entre nosotros y Él. No se puede conocer a Dios de otra manera; es necesario estarse quieto, rendido ante Él y pendiente de sus actos soberanos.


Piensa:

En la quietud del espíritu también se puede estar activo en la búsqueda de Dios.


ORA:


GRACIAS, OH DIOS, POR TUS CAMINOS DE SABIDURÍA Y DE AMOR. A VECES NO ENTIENDO LAS COSAS QUE TÚ HACES NI POR QUÉ. DAME ESA QUIETUD Y CALMA QUE PERMITE AL HOMBRE CONOCERTE. EN EL SANTO NOMBRE DE MI SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL, JESÚS. AMÉN.



lunes, 15 de julio de 2013

LOS OJOS EN DIOS

Lee: Salmo 63


"... Así como te he mirado en el santuario". Salmo 63: 2


LOS OJOS EN DIOS


No se preocupe usted por su plata al punto de perder su oro. Los que van al templo de vez en cuando para cumplir un requisito o para ver a sus amigos, no han enfocado bien la cosa. Hay que cuidarse que las cosas buenas no sean obstáculos para las cosas mejores.

El salmista había ido al templo. Dice que “te he mirado en el santuario”. Vio a Dios. En términos del Nuevo Testamento, no vamos al culto para ver a nuestros amigos o parientes, sino para “ver” a Jesús.

Se lo ven en las estrofas de himnos y canciones. Se lo puede ver en la amistad y solidaridad de la familia de Dios.
Estas cosas no son fáciles encontrarlas si es eso lo que buscamos. Usted seguramente ha descubierto ya que uno encuentra lo que busca. Por eso, antes de hacerse presente en la sala de Dios, es bueno preguntarse por qué queremos entrar en su santuario. Feliz de usted si su primordial deseo es encontrarse con Cristo.
Hay otro salmo que lo expresa bellamente: “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que este yo en la casa de Jehová… para contemplar la hermosura de Jehová” (Salmo 27:4)
No importa cuándo y dónde viva el ser humano, es la actitud de su corazón la que cuenta delante de la divinidad.


Piensa:


 A Jesús  se lo ve cuando se predica fielmente la Palabra. Uno se encuentra con Jesús en las oraciones personales.


ORA:



DIOS, AMANTE Y LLENO DE GRACIA, ME ALEGRO QUE TE HAS DADO A CONOCER TAN CLARAMENTE. ABRE MIS OJOS PARA VER MÁS DE TU HERMOSURA Y ASÍ SERVIRTE MÁS Y MEJOR. TE LO PIDO EN EL NOMBRE SAGRADO DE MI SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL, JESÚS. AMÉN.


sábado, 13 de julio de 2013

Mi encuentro diario con Dios - Mas allá del sol


DIOS SABE

Leemos: Salmo 44: 20-26


"Porque él conoce los secretos del corazón" (Salmo 44:21)


Si es cierto que Dios conoce lo íntimo de nuestro corazón, bueno sería que también lo conozcamos nosotros. Hagamos un examen de nuestro corazón. Es posible descubrir odios que ni sabíamos existían; o puede ser ira o lascivia u orgullo o envidia. No olvidemos que probablemente Dios descubre estas cosas con más rapidez que nosotros mismos. ¿Qué pensará Dios si descubre que lo que creemos de nosotros mismos no es más que una máscara?
También hay en esto un gran consuelo, si el corazón puede albergar tanto mal, también puede contener mucho de bueno... y Dios ve eso también. Las motivaciones más puras son mal interpretadas a veces por nuestros semejantes, nuestros mejores pensamientos son torcidos por el prójimo y nuestras más nobles acciones caen bajo sospechas. Pero no es así con Dios. Él sabe.
Abramos nuestros corazones a Dios. Lo malo que allí hay Dios lo perdonará si se lo confesamos nuestros pecados. Y lo bueno que allí hay, Él lo aprecia y bendice. 

El saber que Dios conoce nuestro corazón es algo desconcertante. Hasta los secretos que ni siquiera nuestra familia o nuestros íntimos saben, Dios sí los sabe. Jesús mismo dijo que nuestro Padre "ve en lo secreto". El Salmo 94 pregunta "el que formó el ojo ¿no verá?... ¿no sabrá el que enseña al hombre la ciencia?".


Piensa:


Conocernos a nosotros mismos es sabio. Y lo es más cuando aprendemos que Dios también conoce.

ORA:


SEÑOR MIO, LE TENGO MIEDO A LA HIPOCRESÍA Y AL ENGAÑO. ABRE MI CORAZÓN Y EXAMINALO, LIMPIAME Y BENDICE LO BUENO QUE ALLÍ HAYAS PUESTO. TE LO PIDO EN EL SANTO Y BENDITO NOMBRE DE MI SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL, JESÚS. AMÉN.

martes, 9 de julio de 2013

Todos podemos ser el Joven rico

Lee: Mateo 19:16-22


 Un joven fue a ver a Jesús, y le preguntó:--Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna?Jesús le contestó: --¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Bueno solamente hay uno. Pero si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.-¿Cuáles? --preguntó el joven.Y Jesús le dijo: --'No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.'-Todo eso ya lo he cumplido --dijo el joven--. ¿Qué más me falta?Jesús le contestó:--Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme. Cuando el joven oyó esto, se fue triste, porque era muy rico.


MEDITACIÓN




La historia del joven rico nos puede parecer un poco dura, ya que Jesús le comenta "Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego vente conmigo". El seguimiento de Cristo implica dejarlo todo, poner todo en manos de Dios. Todos tenemos cosas que atesoramos, ¿qué te costaría dejar? ¿Podría un estudiante talentoso dejar su carrera por seguir a Cristo? ¿Pondría a un lado su profesión un alto empresario por seguir a Cristo? ¿Darías tu casa y tu auto si Jesús te lo pidiera? Quizás al más desprendido no le costaría responder afirmativamente a todas estas preguntas. Otros tendrían que pensarlo y la respuesta dependería del momento de sus vidas que están viviendo, y otros permanecerían callados por no dar una respuesta. Un misionero está dispuesto a dejarlo todo por Jesús. Las vidas de los que somos laicos parecen un poco más complicadas en este sentido…tenemos a nuestro cónyuge, tenemos hijos, un trabajo establecido, etc. Pero creo que todos tenemos cosas que nos impiden seguir a Jesús, que nos impiden ser perseverantes, que nos impiden tener a Jesús como centro de nuestras vidas. Seguir a Cristo significa ponerlo al frente de todas las cosas que hacemos, que Él lleve las riendas de nuestra existencia. La oración, la reflexión diaria de la Palabra, la práctica del servicio a los demás son cosas que día a día nos acercan a Jesús. 



ORA:



Padre Amado, ayúdame a ponerte al frente de mi vida, ayúdame a no tener otras prioridades, ayúdame a despegarme de las cosas que me alejan de ti. Dame la fuerza que necesito para tenerte siempre a mi lado. Te lo pido en nombre de Cristo Jesús, mi salvador personal. Amén


Para la reflexión:


+¿Qué cosas te mantienen apartado de Dios?
+¿Qué cosas de tu vida has tenido que poner a un lado para seguir a Cristo?


domingo, 7 de julio de 2013

FE


Lee: Mateo 15: 21-28

Jesús se dirigió de allí a la región de Tiro y Sidón. Y una mujer cananea, de aquella región, se le acercó, gritando:--¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! ¡Mi hija tiene un demonio que la hace sufrir mucho! Jesús no le contestó nada. Entonces sus discípulos se acercaron a él y le rogaron: --Dile a esa mujer que se vaya, porque viene gritando detrás de nosotros. Jesús dijo:--Dios me ha enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Pero la mujer fue a arrodillarse delante de él, diciendo:--¡Señor, ayúdame!  Jesús le contestó:--No está bien quitarles el pan a los hijos y dárselo a los perros.  Ella le dijo:--Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces le dijo Jesús:-¡Mujer, qué grande es tu fe! Hágase como quieres. Y desde ese mismo momento su hija quedó sana.


MEDITACIÓN

Jesús se sorprende y se regocija con la fe de la gente en más de una ocasión en el Evangelio, la mujer cananea de este pasaje pide con la confianza y seguridad de que Dios le concederá lo que pide. Nuestra fe debe de estar atada a la convicción de que Dios es compasivo y misericordioso, conoce profundamente nuestras necesidades y siempre está dispuesto a escucharnos en medio de todas nuestras tribulaciones. Nuestra fe se sostiene en la certeza de que Dios obra milagros en nosotros y en las personas que nos rodean. Nuestra fe se vuelve fuerte e inquebrantable cuando nos abandonamos en oración en las manos de Dios Todopoderoso. Descubrimos la grandeza de nuestra fe cuando cerramos nuestros ojos y en silencio nos convencemos de que Dios nos acompaña y se manifiesta a lo largo de nuestras vidas. No podemos dejar de rogar, no podemos dejar de pedir, no podemos dejar de clamar a Dios para que atienda nuestras súplicas y nos regale el consuelo que tanto anhelamos. La fe requiere de paciencia y de constancia, de dejarnos llevar por la voluntad de Dios. Seguramente nuestra fe pasará por etapas de cuestionamiento, de duda, de miedo y de abatimiento, sin embargo debemos continuar adelante, siempre con la ayuda de Nuestro buen Dios y de nuestro Señor y Salvador, Jesús.

ORA:

Amado Jesús, elevo mis ojos al cielo para que escuches mi súplica y para que pueda sentir tu presencia sanadora en mi vida. Te pido que transformes mi fe y me des la capacidad de incorporarte en todas mis palabras, pensamientos y acciones. ¡Qué tu fe me sostenga y me lleve a aceptar lo que tienes preparado para mí! Confío en ti, Señor. Amén



viernes, 5 de julio de 2013

JESÚS TE LLAMA


PACIENTE ESPERA

LEE: Salmo 40: 1-8

"Pacientemente esperaré a Jehová". (Salmo 40: 1



Hay momentos en la vida en que lo único que se puede hacer es esperar en Dios con paciencia. Dios mismo así lo quiere. Su fe cristiana no ha llegado a la madurez si usted no puede esperar con paciencia.

En Eclesiastés 11:4 leemos que el hombre que mira las nubes, no segará. Se pasa el tiempo esperando que llegue el momento propicio para sembrar y nunca llega a hacerlo. Si usted dice que va a hacer algo cuando todas las condiciones sean favorables, casi seguro que jamás hará nada.

Esperar pacientemente en Jehová es algo que ocurre cuando, luego de haber acabado todos los planes y acciones, usted se da cuenta que la voluntad de Dios no se está cumpliendo. Usted se pone de rodillas delante de Dios y espera. Y al esperar, habiendo puesto todo en las manos de Dios, se da cuenta que eso era precisamente lo que Dios quería.

Hay quienes deben esperar pacientemente en Dios cuando se encuentran gravemente enfermos; con frecuencia descubren que esa espera es casi peor que la enfermedad. Pero Dios es dueño del tiempo y Él sabe. La espera llegará a su fin cuando se curen las heridas o cuando los pecados sean confesados o cuando su voluntad se haya rendido a la de Dios. Si usted espera, será perfeccionado.

Piensa:


No se debe confundir la paciente espera, con la postergación


ORA:


Eterno Dios, me es difícil esperar con paciencia. Ten paciencia conmigo y enséñame a confiar en Ti en las horas de dudas. Gracias por tus dones y promesas. Te lo pido en el Santo nombre de mi Señor y Salvador Personal, Jesús. Amén.




miércoles, 3 de julio de 2013

Que la fe no falte

Lee: Mateo 14: 22-36


Después de esto, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca, para que cruzaran el lago antes que él y llegaran al otro lado mientras él despedía a la gente. Cuando l hubo despedido, Jesús subió a un cerro para orar a solas. Al llegar la noche, estaba allí él solo, mientras la barca ya iba bastante lejos de tierra firme. Las olas azotaban la barca, porque tenían el viento en contra. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando los discípulos lo vieron andar sobre el agua, se asustaron y gritaron llenos de miedo: -¡Es un fantasma!Pero Jesús les habló diciéndoles: - ¡Calma! ¡Soy yo: no tengan miedo! Entonces Pedro le respondió: -Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua.-Ven- dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: -¡Sálvame, Señor!. Al momento Jesús lo tomó de la mano y le dijo: -¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús y le dijeron: -¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!Cruzaron el lago y llegaron a tierra en Genersaret. La gente del lugar reconoció a Jesús y la noticia se extendió por toda la región. Le llevaban los enfermos y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su capa; y todos los que la tocaban quedaban sanos. 


MEDITACIÓN


Jesús se detiene a orar para fortalecerse y conectarse con el Padre luego de una larga jornada. Muchas veces nos acercamos a la oración para pedir cosas, para pedir por otros, para compartir nuestras angustias con Dios. A veces nos hace falta simplemente conectarnos, dejar que sea Dios el que nos hable, nos acompañe y nos consuele. En medio de la oración se acrecienta nuestra fe y alcanzamos la fuerza que seguramente andábamos buscando. En los momentos más inesperados se nos "aparece" Jesús para poner a prueba nuestra fe como le sucedió a Pedro tras ver a Jesús caminar sobre las aguas. Es en esos momentos que debemos poner nuestras dudas a un lado, confiar plenamente en Jesús y en su Palabra, dejar llevarnos por Él para que nos sostenga, pues Él no dejará que nos hundamos. La oración es fundamental en nuestras vidas, debemos buscar todas las maneras posibles para estar conectados con Dios en todo momento. La falta de oración nos conduce a la desolación y a la desesperanza. Un espíritu débil se hunde en medio de las tempestades, se derrumba en medio de las tentaciones de cada día, carece de valor para levantarse. Un espíritu conectado en Dios todo lo puede, todo lo alcanza, siempre sale victorioso.


ORA: 


Querido Jesús, ven a mi rescate. No siempre soy tan fuerte como quisiera, necesito más de Ti, de tu amor, de tu compañía. En medio de la oración tendré la capacidad para siempre encontrarte y reconocerte como el verdadero Hijo de Dios. Amén




domingo, 30 de junio de 2013


LEE: San Mateo 14: 13-21


v13 Cuando Jesús recibió la noticia, se fue de allí él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente lo supo y salió de los pueblos para seguirlo por tierra. v14 Al bajar Jesús de la barca, vio la multitud; sintió compasión de ellos y sanó a los enfermos que llevaban. v15 Como ya se hacía de noche, los discípulos se le acercaron y le dijeron: --Ya es tarde, y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida. v16 Jesús les contestó:--No es necesario que se vayan; denles ustedes de comer.v17 Ellos respondieron: --No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.v18 Jesús les dijo:--Tráiganmelos aquí.v19 Entonces mandó a la multitud que se sentara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partió los panes, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente. v 20 Todos comieron hasta quedar satisfechos; recogieron los pedazos sobrantes, y con ellos llenaron doce canastas.  v21 Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.


MEDITACIÓN

¡Es hermoso poder compartir! En el Evangelio bastó con que una persona compartiera cinco panes y dos peces para que se realizara un milagro de convivencia y hermandad. Son tantas las maneras en las que podemos compartir. Podemos compartir nuestro tiempo con las personas que necesitan de nosotros: compartir el tiempo con los que se sienten solos o con los que agradecen un breve momento de compañía, compartir tiempo con nuestros amigos y recordarles que siempre pueden contar con nosotros. Podemos compartir nuestros talentos: enseñar a otros para que también colaboren en la construcción de un mundo mejor, compartir lo mejor que Dios nos ha dado y que lo ofrecemos para darle honor y gloria. Podemos compartir lo que tenemos: nuestro pan y nuestros bienes, luchar para que otros tengan un mejor estilo de vida, hacer lo posible para lograr que otros tengan lo básico para su subsistencia. Podemos compartir nuestras creencias, nuestros valores, nuestros sueños: guiar a otros para que aumenten su fe, para que desarrollen una amistad más sólida con Dios. Al compartir nos hacemos hermanos de las personas a las que servimos
.

 ORA:

Jesús, dame un corazón generoso para siempre compartir lo que me has dado, dame unas manos generosas para poder alcanzar al más necesitado, dame un espíritu generoso para conectarme con todos mis hermanos. Ayúdame a satisfacer el hambre de las personas que necesitan de Ti. Gracias Señor, sé que será así. Amén


Para la reflexión:



+ ¿Cómo es tu manera de compartir? ¿Qué se te hace más fácil y más difícil?
+ Busca la manera de hacer una obra especial durante esta semana.



viernes, 28 de junio de 2013

Lee: Mateo 13:36-43


v36 Jesús despidió entonces a la gente y entró en la casa, donde sus discípulos se le acercaron y le pidieron que les explicara la parábola de la mala hierba en el campo. v37 Jesús les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, v38 y el campo es el mundo. La buena semilla representa a los que son del reino, y la mala hierba representa a los que son del maligno, v39 y el enemigo que sembró la mala hierba es el diablo. La cosecha representa el fin del mundo, y los que recogen la cosecha son los ángeles. v40 Así como la mala hierba se recoge y se echa al fuego para quemarla, así sucederá también al fin del mundo. v41 El Hijo del hombre mandará a sus ángeles a recoger de su reino a todos los que hacen pecar a otros, y a los que practican el mal. v42 Los echarán en el horno encendido, y vendrán el llanto y la desesperación. v43 Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Los que tienen oídos, oigan.


MEDITACIÓN


Jesús nos habla del mal, representado como la cizaña en la parábola, como una realidad que nos rodea a diario en nuestras vidas. A veces parecemos ignorar que el mal existe o parece que perdemos la capacidad de identificar los lugares o las formas en las que se manifiesta. El peligro de la sociedad actual consiste en trivializar el mal, justificarlo todo, aceptar nuevas versiones de la verdad. A veces parece que en la actualidad la gente no es capaz de ver el mal que nos rodea. Ante los juicios y anti-valores que nos propone la sociedad pos moderna parece que nos hemos puesto del lado del mal y hemos dejado de luchar por el bien. Para ponernos de parte del bien es importante que conozcamos el mensaje de Jesús y los valores del reino que Él mismo nos pide que construyamos. Es claro que debemos amar y ser misericordiosos, pero debemos tener cuidado de no entretenernos o distraernos con la presencia del mal, el cual se vuelve parte de la vida sin que nos demos cuenta. Ante las opciones que nos ofrece el mundo de hoy, es importante que nos mantengamos fuertes, que seamos consistentes y que nos apeguemos al ejemplo de Jesús para que no nos ataque la cizaña.


ORA:



 Jesús amado, ayúdame a identificar las semillas del mal que me rodean, ayúdame a distinguir entre lo bueno y lo malo, entre lo que forma parte de los valores del Reino y entre lo que aparece para destruirme y confundirme. Confío en ti, Señor.

Para la reflexión:




+¿Qué nos ofrece el mundo de hoy que nos aleja del bien?+¿Qué podemos hacer para que el mal no se “institucionalice” en nuestras vidas?


jueves, 27 de junio de 2013

 LeeEvangelio de Juan 20: 1,2; 11-18

v1 El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro; y vio quitada la piedra que tapaba la entrada. v2 Entonces se fue corriendo a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo:--¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto!
v11 María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro, v12 y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies. v13 Los ángeles le preguntaron:--Mujer, ¿por qué lloras?
Ella les dijo:--Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto. v14 Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él.  v15 Jesús le preguntó: --Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo:--Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo. v16 Jesús entonces le dijo:--¡María! Ella se volvió y le dijo en hebreo:--¡Rabuni! (que quiere decir: "Maestro").
v17 Jesús le dijo: --No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes. v18 Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho.



MEDITACIÓN : 



¿Por qué lloras?

Uno de los más dramáticos momentos del ser humano, es el de la pérdida de alguno de sus seres queridos. El sentimiento de pérdida y dolor invade todos los aspectos de sus vidas, marcados por el abatimiento, tristeza, desesperanza y el vacío que deja ese ser tan querido en las vidas de sus familiares y amigos.

En la escena bíblica, unos ángeles le preguntan a María Magdalena: Mujer, ¿Por qué lloras?. Ciertamente ella lloraba porque además de que había muerto Jesús, ella pensó que se lo habían llevado o robado, y lloraba desconsoladamente.

El sentimiento más fuerte en momentos así, es el sentido de ser abandonado y el pensar cómo sería la vida si este ser querido estuviera aún vivo. Así sucedió con María, ella sentía que su vida se iba con Jesús en su muerte. Preguntaba a las personas que estaban alrededor, y nada mitigaba su búsqueda y su dolor. María sólo halló descanso y consuelo, cuando escuchó de Jesús resucitado: “¡María!” ¿Cómo es posible que alguien que estuvo muerto, se levante y le llame por su nombre? . Allí se disipó su dolor y se tornó en el gozo y la alegría de la resurrección, y… así ella fue de prisa a contar a los discípulos la Buena Noticia.

Era el testimonio de una mujer (primer testigo de la resurrección) ,en una época donde las mujeres no eran escuchadas y su testimonio no “tenía validez delante de los hombres”, pero aún así fue, y rebosando de alegría, contó su experiencia.

¿Tienes pena y dolor ante la pérdida de algún ser querido?

Jesús te ha llamado por tu nombre en el pacto de tu bautismo, para que tú también vivas en el presente, el gozo y la paz de la resurrección, vivas como hijo /a de Dios resucitado en medio de un mundo de muerte , para que lleves esperanza y vida.


miércoles, 26 de junio de 2013



Leemos: Lucas 5: 1-11


En una ocasión, estando Jesús a orillas del Lago de Genesaret, se sentía apretujado por la multitud que quería oír el mensaje de Dios. Jesús vio dos barcas en la playa. Los pescadores habían bajado de ellas a lavar sus redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Luego se sentó en la barca, y desde allí comenzó a enseñar a la gente. Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón:—Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes, para pescar. Simón le contestó:—Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo mandas, voy a echar las redes. Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros de la otra barca, para que fueran a ayudarlos. Ellos fueron, y llenaron tanto las dos barcas que les faltaba poco para hundirse. Al ver esto, Simón Pedro se puso de rodillas delante de Jesús y le dijo: — ¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador! Es que Simón y todos los demás estaban asustados por aquella gran pesca que habían hecho. También lo estaban Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús le dijo a Simón:—No tengas miedo; desde ahora vas a pescar hombres. Entonces llevaron las barcas a tierra, lo dejaron todo y se fueron con Jesús. Evangelio de San Lucas 5: 1-11


MEDITACION



En nuestro tiempo, mucha gente está dispuesta a acercarse a Jesús para escucharlo, pero quiere mantener a Jesús lejos de sus vidas. Quieren escuchar a Jesús desde "la orilla" de manera superficial , solo de teoría . La invitación a ir a "aguas profundas" , ir a la práctica de su enseñanza les da miedo. Miedo a seguir a Jesús y comprometerse con él ...

Lo que Jesús enseña es “interesante”, pero su manera de vivir y su propuesta de vida, es inquietante. Se piensa que lo que el Señor propone es muy bueno, pero se tiene la sensación de que no se puede vivir en este mundo.

No temas… esa es justamente la buena noticia: que Jesús vino para los que no podemos y los que tenemos miedo a seguirlo y vivir su enseñanza. Eso es lo que enseña desde la barca: “bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino”...

Síguelo, será de bendición para ti y será la mejor opción que hayas tomado en tu vida. No te arrepentirás. Dios te bendiga.




lunes, 24 de junio de 2013



Leemos: Evangelio de San Juan 6:24-35


Al ver que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, la gente subió también a las barcas y se dirigió a Capernaúm, a buscarlo. Al llegar ellos al otro lado del lago, encontraron a Jesús y le preguntaron:—Maestro, ¿cuándo viniste acá. Jesús les dijo:—Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas. No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Ésta es la comida que les dará el Hijo del hombre, porque Dios, el Padre, ha puesto su sello en él. Le preguntaron:—¿Qué debemos hacer para realizar las obras que Dios quiere que hagamos? Jesús les contestó:—La única obra que Dios quiere es que crean en aquel que él ha enviado. Le preguntaron entonces:—¿Qué señal puedes darnos, para que al verla te creamos? ¿Cuáles son tus obras? Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: “Les dio a comer pan del cielo.” Jesús les contestó:—Les aseguro que no fue Moisés quien les dio a ustedes el pan del cielo, sino que mi Padre es quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan que Dios da es el que ha bajado del cielo y da vida al mundo.
Ellos le pidieron:—Señor, danos siempre ese pan. Y Jesús les dijo:—Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed.


MEDITACIÓN


El evangelio de hoy, de Juan, el discurso del pan de vida, se desenvuelve en tres afirmaciones lógicamente sucesivas, y la primera que presenta este texto es: el real o verdadero “pan del cielo” no es el maná dado una vez por Moisés, contrariamente a lo que la gente pensaba (v.31). Es literalmente el pan que ha bajado del cielo. Dios, no Moisés, es quien da este pan (v.32). Jesús ha realizado signos para revelar el sentido de su persona, pero la gente sólo lo ha entendido en la línea de sus necesidades materiales (6,26.12). Jesús ha querido llevarnos a la comprensión de su persona, porque sólo a través de la fe pueden entender quien es él y sólo así podrá donarse a ellos como comida: pero para hacer esto es necesario trabajar o procurar por un alimento y una vida que no tienen término y que son dones del Hijo del hombre (v.27). Los judíos piensan de inmediato en las obras (v.28; Rm 9,31-32), pero Jesús replica que sólo una obra deben cumplir: creer en él (v.29; Rm 3,28), reconocer que tienen necesidad de él, como se tiene necesidad del alimento material. Al considerar la exigencia de Jesús muy grande es por lo que piden una demostración de los que afirma realizando una señal que al menos se compare con aquellas realizadas por Moisés (vv. 30-31), pues aquellas que acaba de realizar (6,2) no se consideran suficientes. Jesús responde afirmando que es más que Moisés, pues en él (Cristo) se realiza el don de Dios que no perece. Su pan se puede recoger (6,13), el maná se pudrió (Ex 16,20).
“Yo soy el pan de vida” es una fórmula de fuerza extraordinaria, parecida a aquellas otras que sólo a Jesús se podría atribuir: “Yo soy la luz del mundo”, “Yo soy el buen pastor”... el que viene a Jesús no tendrá hambre ni sed, no necesita de otras fuentes de gozo para saciar sus anhelos y aspiraciones. Jesús es fuente de equilibrio y de gozo, fuente de sosiego y de paz. Jesús es el lugar y fundamento de la donación de la vida que Dios hace al ser humano. En Jesucristo, Dios está por completo a favor del ser humano, de tal modo que en él se le abre su comunión vital, su salvación y su amor, y en tal grado que Dios quiere estar al lado del ser humano como quien se da y comunica sin reservas. En la comunión con el revelador –Cristo- se calma tanto el hambre como la sed de vida que agitan al ser humano.




domingo, 23 de junio de 2013

 El Reino de Dios es como una semilla de mostaza.

Jesús también les contó esta parábola: «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es, por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace más grande que las otras plantas del huerto, y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves van y se posan en sus ramas.» San Mateo 13: 31,32


MEDITACIÓN


La mostaza es uno de los condimentos más preciados y más populares en nuestros días. En los tiempos bíblicos tenía múltiples usos, desde la cocina hasta la medicina; incluso, se le usaba como alimento para el ganado y para proteger la tierra entre los cultivos. La parábola parece recordar este uso, ya que la mostaza tenía la propiedad de retener los nutrientes del suelo y, después de una cosecha, se le permitía crecer para dejarla como abono. Para la huerta del campesino pobre esta planta era una bendición: sus semillas se transformaban en un rico condimento; sus ramas albergaban los pájaros y su tallo cortado servía de abono para futuras cosechas. Una modesta realidad de sorprendentes manifestaciones. – Del mismo modo, en nuestra vida personal hay prácticas modestas como la oración, el estudio, la lectura bíblica, el reciclaje de materiales que, en su modestia, producen ricos y abundantes frutos. Aunque no pueden competir con el televisor, con el Internet o con una formación universitaria, sin embargo tiene la cualidad de dejar abonado el terreno de nuestro intelecto y el de nuestros afectos para la Palabra de Dios y su mensaje. ¿Qué prácticas sencillas similares a las mencionadas pueden transformar nuestra vida?


sábado, 22 de junio de 2013

LEEMOS SAN JUAN 6:1-15
6:1 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias.
6:2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos.
6:3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos.
6:4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos.
6:5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
6:6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
6:7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.
6:8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
6:9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
6:10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.
6:11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
6:12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
6:13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
6:14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
6:15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo.


EL GESTO DE UN JOVEN


De todos los gestos realizados por Jesús durante su actividad profética, el más recordado por las primeras comunidades cristianas fue seguramente una comida multitudinaria organizada por él en medio del campo, en las cercanías del lago de Galilea. Es el único episodio recogido en todos los evangelios.
El contenido del relato es de una gran riqueza. Siguiendo su costumbre, el evangelio de Juan no lo llama "milagro" sino "signo". Con ello nos invita a no quedarnos en los hechos que se narran, sino a descubrir desde la fe un sentido más profundo.
Jesús ocupa el lugar central. Nadie le pide que intervenga. Es él mismo quien intuye el hambre de aquella gente y plantea la necesidad de alimentarla. Es conmovedor saber que Jesús no solo alimentaba a la gente con la Buena Noticia de Dios, sino que le preocupaba también el hambre de sus hijos e hijas.
¿Cómo alimentar en medio del campo a una muchedumbre numerosa? Los discípulos no encuentran ninguna solución. Felipe dice que no se puede pensar en comprar pan, pues no tienen dinero. Andrés piensa que se podría compartir lo que haya, pero solo un muchacho tiene cinco panes y un par de peces. ¿Qué es eso para tantos?
Para Jesús es suficiente. Ese joven, sin nombre ni rostro, va hacer posible lo que parece imposible. Su disponibilidad para compartir todo lo que tiene es el camino para alimentar a aquellas gentes. Jesús hará lo demás. Toma en sus manos los panes del joven, da gracias a Dios y comienza a "repartirlos" entre todos.
La escena es fascinante. Una muchedumbre, sentada sobre la hierba verde del campo, compartiendo una comida gratuita, un día de primavera. No es un banquete de ricos. No hay vino ni carne. Es la comida sencilla de la gente que vive junto al lago: pan de cebada y pescado ahumado. Una comida fraterna servida por Jesús a todos gracias al gesto generoso de un joven.
Esta comida compartida era para los primeros cristianos un símbolo atractivo de la comunidad nacida de Jesús para construir una humanidad nueva y fraterna. Les evocaba, al mismo tiempo, la pascua que celebraban el día del Señor para alimentarse del espíritu y la fuerza de Jesús, el Pan vivo venido de Dios.
Pero nunca olvidaron el gesto del joven. Si hay hambre en el mundo, no es por escasez de alimentos sino por falta de solidaridad. Hay pan para todos, falta generosidad para compartir. Hemos dejado la marcha del mundo en manos del poder financiero, nos da miedo compartir lo que tenemos, y la gente se muere de hambre por nuestro egoísmo irracional.



viernes, 21 de junio de 2013

"Ustedes son la sal de este mundo"


"Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea”.
“Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo”. Evangelio de San Mateo 5: 13-17



MEDITACIÓN



Mucho se ha "espiritualizado" el Mensaje del Evangelio, pensando que este tiene desafíos y promesas sólo para el más allá. En este pasaje Jesús nos desafía y comisiona en tiempo presente a la Misión que nos ha confiado: Ser sal, y ser luz; no del cielo, sino de la tierra. Por eso evangelio de hoy nos invita a romper este cerco de la cultura del egoísmo ,del consumo, y de la muerte, a entrar en comunión con los demás. Con Jesús podemos ser luz para otros y sabor que le da sentido a tantas realidades sin sentido de la vida cotidiana. Seamos pues, sal que da sabor  y luz que ilumina con los valores del Reino de Dios, trayendo vida, esperanza  y construyendo un mundo más justo y más humano.
Dios te bendiga